Habréis notado que hablo siempre en plural, aunque este trabajo lo hago solo, pero sin el apoyo de Clara y Pablo no podría. Que paciencia tienen…
Mi madre cuenta a todo aquel que lo quiera oír que tenía cinco años cuando con el pequeño destornillador de su máquina de coser SINGER desmonté una máquina de afeitar a pilas de mi padre que alguien dejó sobre la mesa… Nunca volvió a funcionar, pero dice que a mi padre se le pasó el rebote cuando vio que no había ningún tornillo ni pieza forzada, pasada o rota . Siempre saqué buena nota en pretecnología, si… ;-)
A los 15 años comencé prácticas en un taller de reparación de teles del barrio. Ya con 16 metía en mi mochila mi multímetro ICE, un soldador, cuatro herramientas y una pequeña cajita de componentes (que todavía conservo) para reparar a domicilio los órganos y teclados de la academia donde estudiaba música. Así ahorré lo suficiente para comprar mi primer sinte: un Korg Mono/Poly que vuelve a rugir comme il faut.
Después de varios trabajos, siempre con un soldador en la mano, trabajé 14 años en Musical Ta-Ha de Zaragoza como servicio técnico y comercial. Que grandes recuerdos y experiencias. Y tras un cambio de vida radical, aunque nunca desconectado del todo, volvemos a la carga con una de mis mas profundas pasiones